Móviles a mitad de precio… medioambiental

Si la batería empieza a dar señales de agotamiento, móvil nuevo. Si la cámara ha quedado obsoleta, móvil nuevo (y de la siguiente generación, claro). Si el procesador ‘patina’ o la memoria no cubre nuestras exigencias, móvil nuevo. Incluso si se ha deteriorado un poco en la playa por el sol y el agua. Es un hecho: la vorágine consumista alimentada por la obsolescencia programada encuentra en los ‘smartphones’ una de sus máximas expresiones.

La sociedad adora estos aparatitos y no repara en gastos. Cueste lo que cueste. Pero, ¿somos conscientes del que sí sería su otro coste, el que tiene implicación para el medio ambiente? Datos hay para hacerse una idea. Los recopilados en un estudio por la Universidad de Surrey revelan que cada móvil emite 95 kilos de C02 durante su vida útil; que solo una de sus baterías es capaz de contaminar 600.000 litros de agua, que para fabricar uno de 80 gramos se consumen 44 kilos de recursos naturales y que contienen hasta 40 materiales tóxicos. Cuando pasen dos décadas, se estima que la huella de carbono de los móviles representará el 14% del total, o sea, la mitad de lo que hoy supone la industria del transporte. Y de la vorágine de desechar pronto para comprar más, queda una cantidad de chatarra electrónica contaminante de la que solo se recicla el 21%.

Con estas cifras, algo empieza a moverse en el mercado de la telefonía móvil. Al igual que sucede con la industria de la moda o la alimentaria, toman cuerpo iniciativas que abogan por repensar el modelo en pos de otro más sostenible. En este cambio de tercio, aparecen los móviles reacondicionados.

No son aparatos nuevos, pero tampoco se les puede considerar de segunda mano. Se trata de un híbrido que es la opción de unas nuevas generaciones más conscientes, con menos recursos económicos (cuestan entre un 30% y un 50% menos que uno a estrenar), pero muy exigentes con la tecnología.

En España, esta alternativa sigue siendo muy desconocida y no hay muchas empresas que se dediquen a ello. Existen sitios web de venta (el más famoso es Back Market), que compran móviles ya reacondicionados en Asia y los revenden ‘online’. Pero el mercado está creciendo y existen ya fabricantes propiamente dichos, como el francés Smaaart, que ha llegado recientemente al mercado español.

El país galo es puntero en estas lides; allí, el uso de este tipo de aparatos está muy extendido y la tendencia parece que va a más de forma global. No es de segunda manoSegún la consultora alemana GSK, los consumidores ya han dado muestras de cambio, ya que la venta de terminales nuevos lleva años cayendo. Al tiempo, consultoras especializadas como IDC auguran que la venta de los dispositivos de segunda mano crecerá a un ritmo anual superior al 13% durante los próximos años, para alcanzar los 332,9 millones de unidades vendidas en 2023, frente a los 206,7 millones de unidades en 2019.

Gráfico: las fases del reacondicionamiento

Gráfico: las fases del reacondicionamiento

TEXTO: ROCÍO MENDOZA / GRÁFICO: GONZALO DE LAS HERAS

Pero un teléfono reacondicionado no es de segunda mano. De hecho, el primer recelo que muestran aquellos que se acercan por primera vez a esta alternativa es si no se trata de móviles de segunda mano, un mercado que genera reticencias por las dudas sobre la calidad de los terminales y su durabilidad, una vez que han pasado por otros propietarios. Los reacondicionados son aparatos que han tenido un uso, sí, pero, en vez de ser desechados, pasan por una fábrica donde son examinados y reparados por profesionales para que sean 100% funcionales. Los móviles de segunda mano, por el contrario, no pasan ningún tipo de control. A diferencia de aquellos, estos tienen garantía.

«En el caso de Smaaart, esta es de 12 o 24 meses, igual que un móvil nuevo. Además, ofrecemos un plazo de devolución de 30 días en caso de que el cliente no esté satisfecho», cuenta Jacqueline Pistoulet, directora de Marketing de la citada marca en España, quien añade la posibilidad de contactar con su servicio de asistencia telefónica para clientes, por si tienen dudas o inconvenientes con su compra.

Una vez pasan el proceso industrial en el que las piezas que puedan fallar son sustituidas por otras funcionales, los móviles son empaquetados y protegidos en una caja y, además, cuentan con accesorios nuevos certificados. Como un producto de fábrica, pero con componentes que son reparados o reemplazados. Estos componentes suelen ser la pantalla, el procesador, la memoria RAM, la cámara, el micrófono o la batería, esta última, la más contaminante.

¿Las piezas son nuevas? «Depende, primero intentamos recuperar una de un teléfono que no hemos podido reacondicionar. Estas piezas que reutilizamos pasan por diferentes verificaciones antes de ser utilizadas. Cuando no tenemos piezas de reutilización disponibles, utilizamos nuevas y cuando no tenemos las originales, otras compatibles», explica Pistoulet.Por ahora, los ‘milennials’ son los que más compran este tipo de teléfonos, por conciencia medioambiental y por coste.

Pero el perfil empieza a ser más diverso. «Las generaciones jóvenes están acostumbradas a vender lo que ya no utilizan y a comprar productos reacondicionados. No obstante, esto se está convirtiendo en una tendencia en todos los grupos de edad. Por ejemplo, muchos padres y madres eligen los móviles reacondicionados a la hora de comprar el primer teléfono a sus hijos», relata la directora de Marketing de la marca francesa. Por conciencia medioambiental y por ahorro en el bolsillo: un Iphone XR nuevo cuesta 589 euros y reacondicionado se queda en 369,99.

¿Y de dónde proceden?

En contra de lo que se pueda pensar, los móviles que luego son vendidos como reacondicionados no proceden del vertedero. La mayoría son recogidos de empresas en las que hay una gran rotación de estos aparatos (son sustituidos por nuevos con cierta periodicidiad), operadores telefónicos y particulares, así como de organizaciones dedicadas a la recogida de residuos electrónicos. En el caso de la francesa Smaaart, cuenta su directora de Marketing en España, han desarrollado una red de recogida basada en el esquema de economía circular y corta distancia, por lo que el 75% de sus teléfonos proceden del mismo país donde fabrican

diariovasco

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