Las empresas de alimentación ganan tamaño y crecen las ‘milmillonarias’

Las empresas de alimentación españolas cuentan con marcas archiconocidas que llegan a las despensas de millones de hogares españoles y, cada vez más, de otros países. Sin embargo, como otras áreas de la industria en España, el sector adolece de una atomización importante, con miles de micropymes.

Así, en España hay contabilizadas más de 29.000 empresas dedicadas a la producción de alimentos y bebidas pero hasta 2015 se contaban con los dedos de una mano aquellas que superaban los 1.000 millones de facturación, pese a que la de alimentación y bebidas es una de las principales industrias del país.

Sin embargo, 2016 ha supuesto un cambio en esta estadística y han pasado de cinco a ocho estas empresas milmillonarias, con la incorporación de la cervecera Damm, la cárnica Grupo Fuertes y la cooperativa aceitera Dcoop, que han superado la simbólica cifra. En conjunto, el sector cerró 2016 con una facturación de 96.800 millones de euros, un 1,8% más que un año antes y con un foco internacional claro.

La patronal del sector, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), tiene entre sus objetivos estratégicos impulsar la concentración y que las empresas ganen tamaño. El anuario del último año ya pone de relieve un cambio en la tendencia, con una mejora, aunque todavía tímida en este sentido.

La organización empresarial valoró que durante el pasado ejercicio más de la mitad de los cierres en el sector se produjeron entre microempresas, mientras que se ha aumentado el número de medianas sociedades, con entre 10 y 200 empleados. Además, se han sumado tres nuevas empresas de gran tamaño, es decir, con una plantilla de más de 500 empleados.

La tendencia se ha ido evidenciando en los últimos años, de una manera lenta aunque sostenida. El número de micropymes, aquellas de menos de dos empleados, ha ido decreciendo desde 2008 y a comienzos de este año se sitúa en mínimos de antes de la crisis, según el registro de empresas activas elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Paralelamente las medianas empresas –entre 10 y 200 empleados– acumulan seis años de crecimientos, hasta máximos desde 2010.

En el sector se entiende que un tamaño superior para las empresas permitirá que estas puedan afrontar mejor los vaivenes del mercado, así como la salida a mercados fuera de España. De hecho, las empresas que copan la lista de compañías españolas más grandes son aquellas con un negocio internacional fuerte. El pasado ejercicio los ingresos de fuera de España supusieron ya el 28,5% del total de la industria alimentaria, hasta los 27.500 millones, y con una tendencia ascendente. La UE, EE UU, China y Japón son los principales mercados para los productos españoles. España es el sexto exportador de la UE y el décimo a nivel mundial.

Una entre las 25 mayores

Sin embargo, los cambios son todavía ligeros y más de la mitad de las empresas tienen dos asalariados o menos. El objetivo de la patronal pasa por lograr que una empresa española se sitúe entre las 25 principales compañías de alimentación y bebidas de la Unión Europea, algo que todavía está lejos de producirse, pese a tener una importante industria. Las cifras están, además, muy alejadas de los líderes mundiales, encabezados por compañías como Nestlè, PepsiCo, AB Inbev, The Coca-Cola Company o Mondelez.

El ranking español está liderado por el negocio ibérico de la embotelladora Coca-Cola Iberian Partners, ahora integrada en Coca-Cola European Partners. Su facturación el ejercicio pasado se situó en 2.600 millones. Por detrás, se sitúa la única cotizada entre los diez primeros, Ebro Foods, cuyas ventas se situaron por encima de los 2.400 millones. La tercera posición es de Campofrío Food Group, con 1.941 millones. Así, dos de las tres principales empresas españolas del sector, CCEP y Campofrío Food Group, tienen ahora accionariados controlados por inversores extranjeros. Contabilizando las filiales en España de las empresas extranjeras, grupos como Nestlè o Heineken se sitúan entre las firmas de mayor facturación.

Las 10 primeras empresas españolas del sector, recogidas por elaboración propia de este diario, acumulan una facturación de algo más de 14.000 millones de euros. Es decir, más del 14% del conjunto del sector.

La todavía corta lista de empresas que superan los 1.000 millones en España puede crecer en los próximos ejercicios. El grupo gallego Coren ha cerrado en los últimos dos años con facturaciones que rondan los 950 millones. Casa Tarradellas, la décima de la lista, todavía no ha presentado sus cuentas de 2016, pero en 2015 se quedó en 860 millones. Además, hay empresas en cuyas previsiones está alcanzar la cifra milmillonaria, como el caso de GB Foods (Gallina Blanca), que confía en superar dicha facturación este ejercicio tras las operaciones corporativas realizadas en África.

La cifra de negocios, en máximos históricos

Las empresas de alimentación y bebidas, además de ganar tamaño, están avanzando hacia la mejora de la cifra de negocios en sus cuentas. Según la estadística del Índice de Cifra de Negocios Empresarial, elaborada por el INE, la industria se encuentra en su nivel más alto desde antes de la crisis.

En el caso concreto de la alimentación, el índice de la cifra de negocio fue en junio de 122,5, ligeramente inferior al de mayo, pero en máximos de la serie histórica trazada por el INE desde 2002. Es, además, un incremento del 30% respecto a los peores momentos de la crisis.

En el caso de las bebidas la situación no es tan boyante. Las empresas del sector tienen un índice de 104,4 en junio. Los fabricantes todavía no han logrado remontar los niveles marcados en 2012, según la serie del INE, y se encuentra un 10% por debajo de los máximos, marcados en el año 2008.

Los dos subsectores cerraron el pasado ejercicio con aumentos en la producción. En el caso de la alimentación fue del 2,1%, mientras que las bebidas no obtuvieron los resultados esperados al crecer únicamente el 0,8%, manteniéndose, por tanto, con una progresión más lenta.

Según detalló la FIAB en la valoración de 2016, la industria mantuvo un incremento en su oferta a ritmos superiores de los años precedentes. Sin embargo, lo hizo con una moderación en los precios. Así, se puso de relieve que las empresas han mantenido una política de mantener el aumento de actividad a base de sacrificar márgenes de ventas, apoyados, eso sí, en una mejora de la productividad y la eficiencia.

El sector se ha visto impulsado por el negocio internacional. Más de 17.000 empresas del sector tienen actividad exportadora, según los datos deFIAB, una estadística que no ha parado de crecer desde el arranque de la crisis. Este hecho está compensando una demanda interna que, aunque da muestras de mejora, todavía se encuentra en los niveles más bajos desde el arranque de la crisis, en lo que a estadísticas deconsumo en el hogar se refiere.

cincodias.co

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